Enamorarse en la era de Internet no tiene nada que ver con lo que ocurría en los años 70, 80 y 90, cuando no existían las redes sociales. ¿Quién no recuerda las incómodas llamadas por teléfono fijo, las cartas de amor y los casetes con recopilatorios musicales? Pero en el nuevo milenio, buscar pareja es otra historia.
Los adolescentes ya no necesitan la ayuda de sus amigos y familiares para tener una cita con su nuevo amor. Gracias a la multitud de aplicaciones de citas y plataformas de redes sociales disponibles, todo se puede hacer por Internet. Por eso no sorprende que las investigaciones confirmen que conocerse por Internet ha desplazado oficialmente a otras formas tradicionales más románticas de encontrar pareja.
¿Y esto cómo funciona? ¿Cómo contactan realmente los adolescentes en línea? ¿Se limita a las aplicaciones de citas? ¿Qué hay de Instagram? ¿No utilizan también aplicaciones de mensajería para conocerse? ¿Qué significa “benching” y “pruebas beta”?
Sí, lo sé, suena abrumador, pero no te preocupes, ¡yo te ayudo! He reunido toda la información clave que necesitas para saber si tus hijos se están iniciando en el mundo de las citas por Internet.
1. No son solo las apps de citas
Normalmente, cuando pensamos en las citas en línea, nos vienen a la cabeza las principales apps, como Tinder y Bumble, pero en realidad no todo ocurre ahí. De hecho, según me cuentan muchos adolescentes, se usa más Instagram, Snapchat y, cada vez más, TikTok. Parece ser, por las informaciones recibidas, que estas plataformas de redes sociales te ofrecen una información más auténtica de la persona que te interesa. ¡Genial! Sin embargo, en mi opinión, el uso de las redes sociales para buscar pareja puede plantear problemas de seguridad. Sobre todo, si a la ecuación se añade la juventud e inexperiencia de los adolescentes.
Para que la gente pueda seguirte en estas plataformas (y enviarte mensajes), tu perfil debe ser público. En mi opinión, un joven ingenuo que haga sus cuentas de redes sociales públicas para darle un impulso a su vida amorosa plantea un problema de seguridad. Hay grandes posibilidades de que reciba mensajes de cualquiera, y esto no es lo ideal.
2. Aunque antes se conozcan en persona, las relaciones se desarrollan en Internet
En 2024, lo más probable es que tus hijos adolescentes no conozcan a su pareja potencial en la vida real: todo pasa en Internet. Pero incluso en el caso improbable de que el primer encuentro sea cara a cara, o que flirteen con alguien en el instituto, la relación se desarrollará en línea. ¡Y ahí es donde surge la magia!
En lugar de llamar por teléfono fijo a todos sus amigos para indagar sobre la persona que les gusta, se pasarán las horas investigando en la web. Buscarán y escudriñarán sus fotos y publicaciones, encontrarán todas sus cuentas en las redes sociales y luego, según lo valientes que sean, puede que sigan todas sus cuentas. Coloquialmente, esto se denomina “stalkear” (cotillear) en redes sociales.
3. Uso de “Me gusta” o comentar para que dejarse ver
Una vez que se han armado de valor, empiezan a dar “Me gusta” a las publicaciones de su “crush”. Algunos incluso pueden repasar sus publicaciones antiguas y fotos de varios años atrás para demostrar su interés. Esto se conoce como “deepliking”. Hay quien cree que es una estrategia eficaz, otros consideran que así espantan a su objetivo, ¡hay opiniones para todos! Pero lo importante es dejarse ver.
Una vez que los “me gusta” toman fuerza, puede que haya llegado el momento de comenzar con los mensajes directos o DM. El adolescente enviará un mensaje directamente a la persona que le interesa, normalmente a través de una app de redes sociales, como Instagram o TikTok.
Pero puede que ni siquiera necesite llegar a este paso. Sé de buenas fuentes que si te gustan unas cuantas publicaciones de alguien que te interesa y a esta persona le gustan las tuyas, ¡¡¡ya estás flirteando y hay chispa!!! Llegados a este punto, es posible que sea su crush el que empiece a mostrar interés.
4. Prepárate para que reciba MUCHOS mensajes
Ahora bien, si hay chispa y su crush ha respondido, la siguiente fase es intercambiar mensajes, ¡montones de mensajes! Posiblemente miles. Conozco de primera mano la factura de teléfono que se puede pagar cuando alguien (no daré nombres) estaba encandilado con una chica en los tiempos en los que no había datos ilimitados. ¡Solo puedo decir que verdaderamente dolió!
Ahora bien, para este intercambio de mensajes se puede usar una app de redes sociales, una aplicación de mensajería, como WhatsApp, Messenger o incluso un SMS. ¡¡O puede que hasta una combinación de todas estas herramientas!! La clave aquí es seguir comunicándose para averiguar si hay química.
Sin embargo, en la fase de los mensajes es cuando se pueden complicar las cosas y generarse confusión. No es raro que los adolescentes intercambien mensajes con varios posibles candidatos a la vez, para mantener abiertas sus opciones. Algunos lo llaman “pruebas beta”, yo lo llamaría falta de respeto y probablemente un trabajo agotador, pero claro, ¡es que yo soy de la vieja escuela! Pero esto es habitual entre los adolescentes y sentir que te están “manejando” puede resultar bastante desmoralizador.
5. Cuando se hace oficial en Instagram
Ha llegado el gran momento. Cuando tu hijo adolescente y la persona que le gusta han decidido que tienen algo serio, el siguiente paso es contárselo al mundo y hacerlo oficial. Pueden optar por cambiar en sus plataformas de redes sociales su estado a “en una relación”. En cambio, si lo que quieren es dar la noticia de forma más sutil, posiblemente baste con publicar una foto del otro, o incluso una de los dos juntos.
6. ¿Y qué hay del sexting?
Lo creas o no, puede que algunos adolescentes nunca lleguen a conocerse en la vida real y que, aun así, mantengan una relación. Si este es el caso, es más probable que practiquen el sexting (o envío de mensajes con contenido sexual). Las investigaciones muestran que 1 de cada 3 adolescentes australianos (de 14 a 17 años) tuvieron alguna experiencia con el sexting, es decir, con el envío, la recepción, la petición y la solicitud de fotos de desnudos.
Así que, la respuesta es sí, el sexting ocurre y, aunque desearíamos que no fuera así, no podemos esconder la cabeza como un avestruz. Por ello, animo a todos los padres a que recuerden a sus hijos e hijas que una vez que envían una imagen pierden el control sobre ella, que no todas las relaciones duran para siempre y que nunca se deben sentir coaccionados para hacer algo con lo que no se sientan cómodos. ¡No te pierdas los próximos posts con más consejos sobre sexting!
7. A veces, lo bueno también llega a su fin
A riesgo de parecer cínica, tengo que decir que lo más probable es que las relaciones de tu hijo adolescente no duren toda la vida. ¿Y cómo se rompe cuando eres un nativo digital?
Pues bien, antes de la fase de ruptura, puede producirse el “benching”. Esto ocurre cuando uno de los miembros de la pareja ya no quiere quedar con el otro en persona. También puede ser el momento en que ya no contesta a los mensajes, lo que se denomina “dejar en visto”. Aunque la mayoría de nosotros lo llamaríamos “desaparecer”. Pero sea cual sea su nombre, no es una sensación agradable.
Llámame anticuada, pero soy una gran fan de romper las relaciones en persona y mis hijos lo saben. Disminuir el contacto o decirle a alguien que la relación ha terminado por SMS es una falta de respeto, en mi opinión.
8. Recoger los pedazos
No es fácil ayudar a los adolescentes a superar los momentos de angustia, ¡¡y todos hemos pasado por eso!! Si tu hijo no consigue reponerse tras terminar una relación, ¿por qué no le sugieres que elimine sus aplicaciones de redes sociales durante una o dos semanas? Es difícil pasar página con alguien cuando sigues recibiendo mensajes y/o viendo sus notificaciones. Puede que incluso merezca la pena dejar de seguir a tu ex.
Así que, aunque el panorama haya cambiado y nuestros casetes musicales hayan pasado a mejor vida, no debemos olvidar que, cuando se es adolescente, las relaciones y citas amorosas pueden ser muy complicadas. No solo hay que resolver los asuntos del corazón, sino que, además, se hace en el mayor foro público del mundo: Internet. Así que ¡seamos amables y comprensivos! Y demos gracias por lo fácil que resultaba en los años 70, 80 y 90.